domingo, 17 de mayo de 2009

Cuentos de una mente ficticia.

Photo: Amada mia, tomada por yo.


CUENTO: DULCE SURIPANTA

Hace unos días, y mientras me dirigía a mis labores diarias; me encontraba abordo de la ruta Loma bestia en los últimos asientos. De pronto, en una esquina el camión se detuvo; y una chica demasiado bella subió, buscó asiento pero resolvió sentarse junto a mí.
Imagínense la cara de idiota que puse al verla frente a mis ojos; era hermosa, delgada, cabello negro hasta media espalda, ojos de gato color gris, era simplemente atractiva. Se sentó, y al hacerlo su corta falda le desubrió un poco más sus lindas piernas; permitiéndome apreciar su piel morena firme y uniforme.
En ese momento, me encontraba lidiando contra la inevitable atracción que su belleza generaba a mis ojos.
Trataba de ser sutil mientras le admiraba; sin embargo, en el momento en que mi vista se concentraba en sus piernas; ella volteó a mirarme. Y al percatarme de su descubrimiento me sentí como un verdadero estúpido, e inmediatamente busqué otro punto en los alrededores para mirar. De pronto y con zagas arrojo me preguntó la hora, y como no contaba con un rolex fayuquero en el momento, saqué mi teléfono celular. Titubeando, de mis labios brotó una vil tontería: -"cuarto para dos"
Ella sonrió y me corrigió diciendo: -"Cuarto para las dos, querrás decir"-.
Por segunda ocasión deseaba esfumarme, pero no argumente nada. Fue entonces y a mitad del silencio que ella amablemente, pidió ver mi teléfono celular. Como no vi ningún problema en ello, se lo entregue; entonces, me preguntó si tenía novia y raudo respondí que no. Le expliqué que el amor no entraba en mi vocabulario desde hace mucho, ya que la última novia desalmadamente me había engañado con un conductor del transporte público.

Surgió un silencio intrigante, y segundos después, puso sus labios color ciruela en mi mejilla; dejando un beso, su eterno beso sobre mi piel.

Al verse próxima la esquina, ella se levantó, volvió hacia mí; y me dijo al oído que en el celular había ingresado su número telefónico, para que, en cuanto tuviera tiempo le marcara para salir juntos a donde nuestros cuerpos y el destino nos llevara.

Horas más tarde, Llegué a casa feliz como cuando llega la quincena. Lleno de emoción busqué mi cel para llamarle y... y...
Petrificante fue mi sorpresa al recordar que nunca me devolvió el fetiche. Que con su esbelto cuerpo y su dulce belleza, me envolvió para atarantarme y de esta manera robarme el celular.

¡Que astuta y que generosa!





3 comentarios:

  1. AMOR QUIERO PENSAR QUE TE PORTAS MAL EN TUS CREACIONES PARA PORTARTE BIEN EN LA VIDA REAL VERDAD??...TODOS, EN ALGUN MOMENTO HECHAMOS A VOLAR NUESTRA MENTE HASTA QUE LAS FANTASIAS NOS ENVUELVEN Y ESO ES PARTE DE LA NATURALEZA HUMANA, SIN EMBARGO, TAMBIEN DEBE SER DE HUMANOS LA CAPACIDAD DE CONTROLARLOS...

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  2. jejeje claro que si corazón, todo es resultado de mi inventiva. Ficción y drama nada más alla de eso.

    Así que no se preocupe usted. Sabes que te amo!!

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  3. muy bien mi poe pero insisto, digo yo no soy el chingon escribiendo pero conociendote en cuestion de estilo en las cosas, creo que le falta ese toque tuyo mi cabron le falta el toque del buen chema- mon....

    si se puede... a levantar esas cricitas constructivas...

    ASCO
    (borrego)

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